Relato de Léa L., Thaïs N. y Juliette D.
4. Punto de vista de Eloy
Tengo que comprobar mis dudas. Espero que mi mente me hubiera engañado porque estaba cansado y que no hay nada raro con el pozo. Entonces, cojo la cuerda al lado del pozo y empiezo a hacer rappel suplicando que no se rompa la cuerda.
Cuando llego al fondo del pozo, estoy cubierto de sudor y mi corazón late como si fuese a salir de mi cuerpo. Empiezo a lamentar mi decisión ¿Qué pasa si no puedo subir del pozo? Hay mucha humedad y es tan oscuro aquí... Después de un buen rato de duda, me doy cuenta de que no he hecho toda esta expedición hasta el pozo para nada. En algunos minutos, comprobaré que no hay nada en el pozo y la vida seguirá su curso.
Estoy tocando las piedras húmedas sin saber exactamente lo que estoy buscando, una pista, un mensaje, cualquier cosa para probarme que no estoy loco.
De repente, oigo un ruido por encima de mi cabeza y me sobresalto.
- Eloooooy. ¿Qué estás haciendo en el pozo?
No puedo articular palabra.
-¿Estás drogándote o qué?
Javier está mirándome.