Relato de Lucile S., Alizée H. y Suzy L.

4. La transformación de Eva

La noche estaba cayendo y las estrellas aparecían poco a poco en el cielo. Los amigos estaban reunidos alrededor del fuego, comiendo esponjitas.

Eva murmuraba palabras inaudibles con los ojos cerrados. Sus manos dibujaban círculos en el aire como si fuera la directora de orquesta que controlaba el baile del fuego. Después de un rato de meditación, declaró “¡ Qué agradable es la tranquilidad de la noche ! ”.

Eva estaba mirando las llamas del fuego. Sus ojos parecían conocer todos los secretos de las llamas bailando.

Marco pensaba que Eva debía esconder un secreto. Desde que se conocían, el chico sabía que ella no era como las otras chicas. Había algo muy especial en ella, pero Marco no podía utilizar palabras para expresarlo. Era como si pudiera entenderla sin discutir con ella.

De repente, a medianoche Eva se levantó, corrió al río y se zambulló en el agua sin vacilar. Marco gritó :”Espera Eva! ¿Por qué tienes tu peine contigo ?”

La luminosidad era muy baja, Marco ya no podía distinguir bien la silueta de Eva que estaba peinándose. Acercándose al agua, algo muy extraño llamó su atención. Una mancha negra se perfiló en el agua. Marco tuvo que entrecerrar los ojos para intentar distinguir la cosa curiosa. Parecía moverse muy rápidamente.

 Marco pensaba que podría ser una especie marina del país. El gritó:

“¿Eva, dónde estás? ¡Creo que hay serpientes en el agua!”.

De repente, el claro de luna permitió a Marco distinguir mejor la cosa.

El chico tuvo la impresión de que la criatura estaba creciendo…

Algo que le perturbó era que el animal tenía un pelo muy largo con un mechón blanco,que le hizo pensar en el de Eva.

Marco retrocedió despacio, y murmuró inquieto “Eva…dónde estás…”

Inmediatamente, Marco vio que esa criatura no era una especie marina sino Eva que estaba creciendo.

Esa transformación sobrenatural creó como un tornado de agua. La tierra tembló, llevando con ella piedras, arena y plantas. Los elementos se desataron. Fue la apocalipsis total. 

Marco no supo qué hacer, qué pensar sobre lo que estaba ocurriendo. 

La giganta parecía ser Eva, pero algo intrigó a Marco… ella tenía el pelo blanco…

Los dos chicos estaban estupefactos  “La leyenda es verdadera…"

 

La tarde estrellada