Relato de Héloïse B., Maiwenn D.,Madeleine C. y Antoine S.
3. Minuto a minuto
Salí de ese día de trabajo como pude, y seguía parpadeando, completamente incrédulo. Todo se había pasado exactamente como el día anterior, minuto a minuto. Una octava vez, volví a encender mi móvil, pero la fecha seguía siendo la misma: había retrocedido en el tiempo hasta el viernes. Andaba por la calle como un autómata. Dejé de andar a fin de poder contemplar mi reflejo en la vitrina de una tienda. Noté que mi pelo abarcaba mi nuca, como estaba antes mi tránsito urgente a la peluquería el sábado por la mañana. Parecía tan cansado como si no hubiera dormido desde la última luna llena. Me metí en la cama en cuanto llegué a casa. Eva no me preguntó nada: estaba demasiado encantada por la perspectiva de mi propuesta de fin de semana entre enamorados.