Relato de Marine M., Corentin D. y Camille Q.
Site: | Plateforme pédagogique |
Cours: | Récits d'espagnol |
Livre: | Relato de Marine M., Corentin D. y Camille Q. |
Imprimé par: | Visiteur anonyme |
Date: | jeudi 21 novembre 2024, 19:26 |
Description
Los Mallos
1. Capítulo I
Me llamo Juan y Eva es mi abuela que vive en el pueblo de Murillo de Gállego desde su construcción. He vivido con ella desde la muerte de mis padres, no recuerdo nada de ellos. Eva es la única familia que tengo, me ha educado como si fuera su propio hijo.
Me había propuesto ir a visitarla en su pueblo y la frase que dijo pico todavía mi curiosidad: “ "si quieres que tu vida dé un giro de 180°, cita en Murillo de Gállego, en la plaza del pueblo, el viernes a las cinco y media".
Mi abuela conocía todas las leyendas del pueblo y en particular la de la giganta de los Mallos. Entonces decidí rendirme a su cita para atreverme a encontrar la verdad sobre esta leyenda.
2. Capítulo II
Estaba en la plaza del pueblo el viernes a las cinco esperando que algo pasara.
A las cinco y media, la hora que me indicó Eva, la fuente de agua, en el centro de la plaza, paró de funcionar. El agua paró fluir, como si fuera premeditado por mi abuela. Me acercé y vi una inscripción que resaltaba detrás de la espuma creada por el funcionamiento de la fuente: “1km al Oeste”. Era la dirección de un lugar. Decidí seguir esta información y de andar en dirección del río, al oeste.
3. Capítulo III
Estaba andando hacia el lugar y, en el horizonte, vi el lugar de la leyenda donde hay una línea de rocas plantadas cerca del río. Esperé la noche porque era una noche de luna llena y era el día de San Juan (mi fiesta) y volví al lugar con poca esperanza de que la leyenda fuera verdad. Creí alucinar cuando vi la sombra inmensa de la Giganta, exactamente como si la leyenda fuera real. Ante la sombra y el ruido del viento me asusté y huí, corriendo hasta el pueblo. Después de eso, creía que la leyenda era cierta, esa mujer estaba viviendo en este lugar desde había décadas. Necesité un momento para recuperar todo mi juicio tras ese acontecimiento.
Sin embargo, un poco más tarde, estaba pensando que la Giganta debía estar muy sola todo este tiempo. Quizás la Giganta no fuera tan mala y solamente quisiera ser considerada como una persona normal. Así, decidí olvidar las habladurías, dejar mi miedo y volver a verla la noche siguiente. Vi de nuevo la sombra, me acerqué para hablar con ella, pero la sombra no parecía moverse. Me di cuenta de que esta sombra estaba formada por la luz de la luna llena pasando tras las ramas de un árbol. En realidad no era una giganta sino rocas de las montañas y árboles que, gracias a un juego de luz, podíamos creer que era una Giganta.
4. Capítulo IV
Cuando descubrí que la Giganta nunca había existido, tengo que reconocer que me quedé muy aliviado al saber que era solamente una leyenda. Pero todavía no entendía por qué mi abuela me había dicho que mi vida iba a dar un giro de 180°… Estaba reflexionando cuando de repente ¡ tuve una iluminación! Cuando descubrí que la leyenda de la Giganta de los Mallos no era verdad, estaba mirando el valle y el pueblo de mi abuela. Pero no había pensado en dar la vuelta para descubrir lo que había detrás de la montaña, un lugar desconocido de los habitantes por culpa del miedo que tenían de la Giganta de los Mallos. Entonces, me di la vuelta lentamente, mi corazón estaba golpeando fuertemente como si estuviera a punto de salir de mi pecho. El primer rayo de luz del día acariciaba mi rostro y el frío de la noche desapareció de inmediato. De repente, descubrí un paisaje natural con una vegetación abundante maravillosa. Descubrí ante mí, un magnífico tesoro formado por joyas de oro y billetes. Debajo de estas joyas y de este dinero, vi fotos de mi familia. Este descubrimiento me sorprendió y me conmovió mucho. Por eso, inmediatamente, fui al pueblo a ver a mi abuela para mostrarle el tesoro. Entonces me explicó que era una herencia de mis padres y que estaba esperando el momento adecuado para dármela. Había decidido esconderlo en este lugar porque sabía que, si yo llegaba en este lugar, era que estaba preparado para recibir su herencia.
5. Capítulo V
Después de esa aventura, sabía exactamente lo que hacer de esta herencia. Tomé de que en la vida no debemos escuchar las habladurías y los prejuicios sino hacernos nuestra propia opinión. Por eso, decidí invertir todo este dinero en algo que significa mucho para mí, la familia. Así, me aseguré de que Eva tuviera bastante dinero para vivir en buenas condiciones de vida porque lo merecía después de todo lo que había hecho por mí. Y, decidí dar el resto a una asociación para ayudar a huérfanos que no hubieran tenido como yo, la oportunidad de conocer a sus padres.