Relato de Léa L., Thaïs N. y Juliette D.

El pozo

Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. «Este es un mundo como otro cualquiera», decía el mensaje.

Luis Mateo DÍez

16. Punto de vista de Javier

Estamos preparados para salvar a nuestro hermanito Alberto. Las cosas me parecen muy raras pero mis únicos pensamientos es que debemos darnos prisa. A lo mejor, me despertaré con mis dos hermanos a mi lado y a lo peor, me despertaré en el único mundo que estoy seguro que no es un sueño, sin Alberto, pero hace unos años que he aceptado su muerte. Entonces, si todo lo que estoy viviendo es un sueño, algo bueno es que será como si hubiera visto a mi hermanito de nuevo. 

Nos vestimos como obreros y tenemos todas las herramientas que había preparado Alberto. Vamos a hacernos pasar por empleados del municipio y pretextar que debemos hacer trabajos para asegurar todos los pozos del pueblo.

Lo más difícil es viajar hacia el pasado, pero Alberto sabe cómo hacerlo y ya ha probado a viajar hasta nuestra infancia. Nos da una galletita con un color muy raro y debemos comerla pensando en un momento determinado, en nuestro caso la mañana del día del accidente de Alberto.