Relato de Héloïse B., Maiwenn D.,Madeleine C. y Antoine S.

Un extraño viaje

¿Habéis vivido una experiencia que ha totalmente cambiado el curso de vuestra vida? Yo sí, y la voy a contar.

6. La revelación

El verano de 2005 empezó para mí con agosto, mientras que para los otros, fin de agosto significaba el final de las vacaciones.

Eseverano me reuní de nuevo con mi novia, quien en esaépoca ya era Eva. Sin embargo me acordé, de repente, deque eseverano marcaba el principio de nuestra relación. Me excitó mucho. En esta rara vida del revés, en la que finalmente acepté lo que estaba pasando ya que no podía hacer nada e iba siguiendo la corriente, o más bien la contra corriente, por fin, sentía una excitación. Me acordé de nuestro encuentro y el comienzo de nuestra historia.

Las primeras semanas después de nuestro encuentro, que viví de nuevo, antes de vivir la fecha dicha, eran pura felicidad. Los dos nos llevábamos tan bien, era como si estuviéramos destinados el uno para el otro. Lo que, de hecho, era verdad ya que once años después todavía estábamos juntos. Y eso, yo era el único que lo sabía.

Reviví cada momento con la misma intensidad. Al final, casi llegué al punto en el que me dije que vivir de nuevo estos momentos valía bien revivir toda mi vida aunque no me gustara. Las incontables risas, los picnics sobre la playa, los atardeceres con ella, las caminatas cogidos de la mano… También me encantaban las veces cuando teníamos que escaparnos a escondidas en la noche para vernos.

Me di cuentadeque, al final, Eva no había cambiado para nada y que, todos estos años después, todavía tenía la misma manera de reír, de moverse, los mismos gestos que tanto amaba. También nuestra relación, sí que había evolucionado, pero todavía teníamos la misma complicidad y el amor que nos teníamos. Me di cuenta de repente que tenía mucha suerte de haberla conocido.

Llegó el día de nuestro encuentro. Era un día soleado, me estaba paseando en bicicleta. Me encantaba irme así, sintiéndome libre, dejando volar mi imaginación. Es así como, en un momento de inatención, me choqué con una chica. Se le salió la cadena de su bicicleta, me disculpé y la ayudé repararla. Empezamos a hablar y,  una cosa llevó a la otra, contarnos historias. Me contó leyendas y una me llamó la atención más que otra.  De hecho me habló de la leyenda de la Giganta de los Mallos y me dijo que la vida de uno puede cambiar si va allí el viernes por la tarde. Observé algo raro que no había notado la primera vez, como un brillo extraño en sus ojos. Repentinamente todo eso tuvo sentido. Eva sabía. Cuando yo conocí a Eva por la primera vez ella me estaba conociendo por la segunda vez. Ella también había hecho un viaje en el tiempo y había vivido su vida hacia atrás. Pero lo habíahecho antes que yo. Ya le había pasado, así que sabía lo que iba a pasar cuando me dio cita en la plaza del pueblo este viernes que cambió mi vida para siempre. Pero no, para siempre no. Lo entendí.

Tan pronto como este día terminó, me dirigí a Murillo de Gállego. Era un viernes por la tarde. Me senté en un café, no había casi nadie. Una mujer captó mi mirada. Era una ancianita vestida de negro, que me miraba, con ese brillo en los ojos. Me fui a dormir y por la mañana me desperté el sábado 16 de mayo de 2016.