Relato de Zoé F., Louise C., Hugo J. y Laurie R.

Los Mallos

2. Capítulo 2

 « ¡Aquí vamos! » se dijo Lorena. «No puedo permitirme flaquear. Tengo una misión muy importante que cumplir. ¡Tengo que salvar al pueblo y a sus habitantes! »

Sin embargo, Lorena no tenía ni idea de cómo cumplir su misión. Recordó el mensaje grabado en la piedra: «Cuando la Giganta sonría, el pueblo despertará." ¿Qué significarán estas palabras misteriosas? ¿Tendrétiempo de hacer sonreír a la Giganta antes de mañana por la noche?

Así que Lorena tenía que encontrar una manera de consolar a la Giganta y devolverle la sonrisa. Pero ¡tenía tantas preguntas!En primer lugar, ¿por qué está triste la Giganta?

La chica tomó su teléfono y buscó por Internet la leyenda de la Giganta de los Mallos. Tal vez encuentre alguna explicación. Al principio, sólo encontró información superficial sobre la Giganta, e información que ya conocía gracias a sus amigos y a Eva.

En cada sitio de Internet, la leyenda decía: “Una anciana fue acusada de brujería por su pueblo. Cansada de ser rechazada por los aldeanos, hizo surgir del suelo rocas enormes para esconderse detrás.” Lorena ya lo sabía...

Sin embargo, la adolescente encontró un artículo muy interesante que decía: “En la Noche de San Juan, un hombre murió ahogado en el río Gállego. Su madre, una anciana del pueblo, no pudo superar su dolor. Permaneció noche y día junto al río llorando. Varios rumores circularon sobre ella, así que los aldeanos comenzaron a tener miedo. De repente, todos desaparecieron de la noche a la mañana. El mismo día aparecieron enormes rocas. Esta historia es un misterio nacional...”

Efectivamente, esta historia es muy extraña. Lorena no supo si era verdad o si era sólo un cuento. Pero ella decidió creerlo de todas formas. Después de todo, lo que le había ocurrido hoy era extraordinario: ¡un águila la había guiado hasta una pared donde estaban grabadas escrituras! ¡Luego, este águila le dio un papiro! Normalmente, las águilas son salvajes y no pueden ser domesticadas. Estaáguila era especial, al igual que este pueblo, la Giganta y su misión.

«¡Rápido! ¡Tengo que encontrar una manera de hacer sonreír a la Giganta! ¿Qué le puede hacer feliz? »

Ya que su hijo murió ahogado, tal vez el mejor regalo para la Giganta sea darle flores. ¡Por supuesto! ¡Una flor hará sonreír a la Giganta!

Lorena tomó su teléfono y encontró en Internet una flor especial. Esta flor estaba en una montaña cerca del pueblo. Según las leyendas locales, sería mágica y tendría poderes especiales. Para reconocerla, es muy simple: sólo crece en la cima de la montaña y brilla.

«¡Vamos! ¡Vamos!»

Lorena encendió su GPS y siguió el camino indicado. Horas más tarde, finalmente logró subir la montaña y alcanzar su cima.