Relato de Zoé F., Louise C., Hugo J. y Laurie R.

Los Mallos

3. Capítulo 3

Lorena vio la flor. Era un clavel, la flor nacional de España, y brillaba, como si estuviera iluminada por focos. Encantada, la adolescente se acercó a la flor para cogerla con delicadeza. Justo cuando estaba a punto de cortar el fino tallo del clavel, Lorena oyó unos pasos que se acercaban detrás de ella.
Aparecieron brigantes a su espalda y gritaron:
"¡Danos la flor, o te mataremos!"
Los tres hombres, pequeños y rechonchos, querían robar la flor para venderla en el mercado negro... En efecto, todo lo relacionado con la magia se vendía como churros y muchos delincuentes lo habían entendido...
Lorena tenía un cuchillo, el que le había regalado su abuela antes de desaparecer misteriosamente. Pensó en lanzárseloa uno de los atacantes. ¿Pero qué iba a pasarcon los otros dos hombres?

No, ella tenía que farolear...
"Hola señores, ¿cómo están?
Bueno eeeeuh, tartamudeaban sorprendidos.
- Soy la bruja de este lugar bhahaahahhaha... No te acerques a mí, o estarás maldito. Esta planta es tan peligrosa que podría convertirte en polvo ihihih!"

En ese mismo momento, el águila poderosa y orgullosa apareció en el cielo y se abalanzó sobre los hombres. Los atacó con sus garras y su afilado pico, haciéndolos huir... 

Salvada por esta águila venida de la nada, Lorena le dio las gracias haciendo una reverencia.

Para su sorpresa, el águila se posó en su hombro y esperó.
Lorena decidió ponerse en marcha de nuevo para terminar su misión. Por desgracia, se dio cuenta de que en la pelea había perdido su GPS. Se puso a llorar. Pero el animal se desprendió de su hombro y dio vueltas en el aire, pareciendo mostrarle el camino...

El águila la guiaría hasta la Giganta, Lorena estaba segura de ello. Confió en ellay decidió seguirlapor la montaña y el bosque.


El río Gállego estaba allí, Lorena escuchó el sonido del agua que la calmó inmediatamente.

Agotada, se sentó unos instantes para admirar las impresionantes rocas. Había que admitir que España era hermosa. Sus paisajes, su gastronomía, Lorena no habría dejado su península por nada del mundo. Recordaba que, de niña, odiaba salir de su pequeño pueblo para ir a la escuela, que estaba en la ciudad a pocos kilómetros. Su pueblo era su punto de referencia, conocía todos los escondites que había allí, y jugaba a la rayuela en la plaza junto a la fuente durante días y días con sus primas. Recordó que fue allí donde había besado a un chico por primera vez... nunca olvidaría su querido pueblo, aunque todos los jóvenes se hubieran ido a trabajar a la ciudad... le dolía el corazón ver su pueblo vacío 6 meses al año... Finalmente, tenía su nido aquí, y como un águila, nunca lo abandonaría. Iba a tener éxito en su misión gracias a esaáguila que la asustaba y al mismo tiempo la tranquilizaba. 
Era como una presencia paterna, pensó. Esta águila representaba todo lo que ella no había tenido. Un padre. Una autoridad y también toda la seguridad y protección que tanto había echado de menos todos estos años. Ya era hora de dejar de pensar en eso, de todos modos, era demasiado tarde, su papá había muerto hacíamucho tiempo.
Ahora era el momento de ir a ver a laGiganta porque el sol se estaba poniendo y la temperatura estaba bajando, pero Lorena tenía miedo. ¡¡Había esperado tanto este momento, sin saber por qué!!
Sabía que el momento que se avecinaba sería importante para ella, por intuición. 
Perdida en sus pensamientos, ni siquiera había notado que estaba allí.

La miraba, sabiamente y con una especie de ternura en sus ojos. El águila que la había salvado estaba a tan solo unos centímetrosde ella y sus ojos estaban húmedos, parecía que iba a llorar. Tenía la cabeza inclinada y el pico entreabierto, como si estuviera a punto de hablar... "¡¡¡¡Tonterías Lorena !!!! Por qué hablaría un águila... ¡¡Debo estar loca!!" Efectivamente, el cansancio la había atrapado y tenía que volver. ¡Las águilas son demasiado para mí!